7. Alack Sinner: un detective degenerado / Federico Reggiani

Resumen:
Se examina el recorrido de la serie Alack Sinner, de José Muñoz y Carlos Sampayo, con especial atención a sus condiciones de producción y a la evolución de su pertenencia al género policial.

Una versión de este artículo, apenas más breve y con leves diferencias, se publicó en Comiqueando Extra (Dic. 2006-Feb. 2007). Buenos Aires : Domus. (Recuadros adicionales de Roberto Von Sprecher).

Texto Completo: alacksinnercomiqueando

9 Respuestas a “7. Alack Sinner: un detective degenerado / Federico Reggiani

  1. Sr. Ilustre Bibliotecario:

    1. Aprovecho arteramente este espacio académico para anunciar lo que ya sabrán por Historietas Reales. Acaba de aparecer «Autobiografo» de Federico Reggiani y Fran López en la colección «Grandes Exitos» de la editorial nobuko (aparece así, con minúsculas) y he tenido el honor de recibir un ejemplar, lamentablemente sin autografiar (lo cual condena a mis hijos a la pobreza, porque dentro de cuarenta años podrían haber vendido la primera edición autografiada por él o los autores por muchos miles de dólares, en un remate en Londres). Bueno, ya saben. Ya la traerá Diego a Llanto de Mudo, supongo.

    2. Me permito agregar algunas consideraciones elementales y obvias sobre la historieta y el género, considerando que el texto y los comentarios pueden ser leídos por alumnos más desprevenidos que yo:

    2.1.
    Creo que la historieta “parece condenada al género” especialmente porque nace como industria cultural, como parte de un espacio donde el objetivo es lisa y llanamente hacer dinero, y que como parte de la producción masiva en serie extrema la división en géneros, como matrices de producción, a un nivel como nunca se había visto antes. O sea que los géneros no nacen con la industria cultural, pero ésta los lleva a un extremo que no se registra anteriormente (y es una cosa larga de explicar). Bien, entonces, los géneros que siempre fueron un referente de cualquier tipo de narrativa, una normatización de esas narrativas (el que te jedí(1) diría que producen un nomos), pero el cine, los diarios, la radio, la historieta y los géneros que se reproducen, recrean y crean dentro de cada uno de estos medios o en todos llevan esa normatización a un punto extremo. Bien, entonces allí dice FR que “toda nuestra cultura es una cultura de géneros”. Como tendencia dominante pero no excluyente, agregaría yo o “extendería”, por supongo que FR no discordaría con ésto.

    Bien, pero a partir de ahí, como había sucedido antes en otras formas y con otros marcos, los géneros suelen degenerar, como tan bien titula su artículo nuestro ilustre bibliotecario. Partiendo del género se rompe con el género trabajando desde él, también diría el que te jedí –no se lo he leído decir- que el género es una estructura que condiciona pero al mismo tiempo abre un espacio de posibilidades infinitas dentro de condicionantes más amplios del género (y esto me suena más mío que de Bourdieu). Así degenera Alack Sinner o El Pato Donald de Barks, hasta en los superhéroes hay degeneraciones. Inoue dentro del género de deportes (toda la razón del mundo, me parece tiene FR, de que el manga lleva la división y estratificación en géneros a un extremo y lo puede hacer porque tiene el mercado más amplio de lectores del mundo, veremos que pasa en China –recomiendo meterse al blog de Walther Taborda para anoticiarse, si no lo han hecho antes de este muchacho Benjamín) hace Slam Dunk que se convierte, al parecer, en la mejor historieta, actualmente, para los nipones, y luego, intercala la reinvención que hace con Vagabond, con Real ¡una de básquet practicado por inválidos o si prefieren por personas con capacidades diferentes!
    Y tipos que con toda la “mala intención”, degeneran como boicot anarquista, es obvio el Watchmen de Moore, a tal punto que patean el tablero de todo el género (bueno, es para discutirlo…, pero es una hipótesis, en todo caso considérese que todo lo que digo, aunque lo haga afirmativamente es una hipótesis).
    Es más hay tipos que llegan a ser maestros desde dentro del género, respetando el género en su totalidad, pero en realidad jugando con el género aún sin darse cuenta, el bien repetido ejemplo es John Ford y su cine, o Wilder, o Hitchcock… Que se yo, yo diría CanifF en la historieta, iba a decir Wilder pero me parece degeneraba desde lo que Federico llama “lo formal” (perdón, me suena feo “lo formal”, lo formal no sería la gráfica (e incluyo imagen y los textos) de estas narraciones secuenciales, etc…

    Bien, por otro lado, supongo, que pronto aparecen tipos que parecen inventar algo nuevo, no se… pero me cuesta encasillar en ningún género a Krazy Cat o a Little Nemo… Me parece que ahí los autores se inventan. Si vamos a la historieta actual yo mencionaría a David Boring de Daniel Clowes o al El caminante de Taniguchi.

    Ahora la historieta es inicialmente un género, dividido en múltiples géneros, porque nace no como un medio autónomo (en cuanto unidad de producción) sino “encanalada” en los diarios, tardará un tiempo en tener autonomía física. Supongo…

    Bueno, son reflexiones al vuelo y sin revisar… y ya no tengo más tiempo.
    Chau.
    Roberto

    (1) Si son historietófilos, esos enfermos tan adorables como insoportables, pensarán inmediatamente en Pepe Sánchez, un academiófilo, insoportables sin excepción, en Bourdieu.
    .

  2. No tengo mucho que contestar, salvo celebrar merecer semejante comentario…
    Me gusta mucho la idea de que la historieta es un género mientras no es autónoma del diario. (En general se dice que es un género por un automatismo verbal, pero acá hay otra cosa).

    Creo que la aparición de obras «anti género» es una indicación más de cierta autonomización del campo de la historieta. (Que tiene otras causas y expresiones). Es en este sentido en que propongo que leer ciertas cuestiones –los regímenes de enunciación en mi caso– permite disntinguir en las obras características que hacen a la conformación del campo. ¿Me hice mucho lío?
    Claro que el «anti género» se convierte en género en cuanto se normaliza. Crumb era un desajustado, pero el «autobiográfico» es un género con tantos cliches en USA como el de Superhéroes, hoy.

    Krazy Kat es muy anómala, coincido (no al pedo era la historieta que elegían antes del pop los pibes de la «alta cultura» como Picasso para hacerse los piolas leyendo historietas.
    Little Nemo no tanto, porque se engancha, me parece, con la tradición del cuento para niños y el cuento de hadas, y en esa época hay varias historietas en esa onda (algunas, surgidas como respuesta comercial a Little Nemo, claro). Ahora se me ocurre «The Kin-der-kids», que es increible, pero hay muchas, menos notables.

  3. hola, la verdad que nunca me había topado con análisis de la Historieta…
    no suelo leer textos tan largos en un monitor, pero esta vez fué diferente.

    muy interesante…

  4. Muchas gracias, afc.
    Y tenés todo el derecho del mundo a imprimir el texto y hasta a regalarlo, siempre que no lo vendas: es lo maravilloso de las licencias «Creative Commons»

  5. Lo que sigue es un comentario que apareció en Página 12 sobre un encuentro de la gente que está trabajando en Fierro. Me la mando una alumna del Seminario de Sociología de la Historieta Realista que estoy dictando en la Universidad Nacional de Córdoba y da cuenta de la idea que andaba dando vuelta, no sólo en nosotros, cuando Federico propuso armar algo como este blog, que termino siendo este blog, que vendría a ser, en realidad, una especie de revista:

    «¿Será posible recuperar la popularidad de otras décadas? El autoproclamado “historietista a vela” Pablo Túnica piensa que es difícil, pero eso no le preocupa. “Simplemente los tiempos han cambiado. Estamos en otro momento. Hoy los comics hablan de los comics, algo que no sucedía hasta hace poco. El público se renovó. Yo creo que hemos ingresado en una etapa de madurez del género, que seguramente tendrá otras reglas.”

    Gracias afc ya voy a buscar para que Fede lo suba en algún momento algún trabajo más largo (o sea el equivalente a un libro).
    Robertovs

  6. Tiene que ver con la autoconciencia de un campo que se autonomiza, ¿no?

    Y para subir un libro primero hay que escribirlo. (Si Lamborghini tuviera razón con su boutade de «primero publicar, después escribir»…)

  7. Bueno. Leído el artículo de Fede, se me ocurre algo para sumar a la discusión sobre géneros e industria cultural. Los géneros son meros signos, no existen más allá de los textos que los nombran y se hacen cargo de ellos; o sea, que se encolumnan, como una más de las condiciones de producción de un signo, forman parte de una enciclopedia. Lo interesante es cuando las enciclopedias se entreveran; cuando se incorpora gente que trae en sus enciclopedias otros signos (pienso en una frase del artículo de Fede: hablando de los cambios en Alack Sinner, dice que esos cambios se van haciendo «cargo de las torsiones a las que una ideología de izquierda debe someter al género antes de abandonarlo»). Algo pasó en los setenta, algo pasó en y por el campo de la historieta en Argentina (y no sólo en Argentina), que movió el tablero de los géneros, y no sólo venía de la izquierda eso que pasó, creo. Creo que venía de muchos lados: pienso en el «Marc!» de Lamborghini, tantas veces citado (y que nunca conseguí: che, dónde está el Marc, que lo quiero leer?) Abrazo, y felicitaciones!!! por la charla de hoy (grábenla), por el ISSN, y demás.

  8. te haré un dibujo de una hermosa chica, para que te mire, te cuide, desde la pared.

  9. Un dibujo de una hermosa chica hecho por José Muñoz puede hacer peligrar mi matrimonio (y mi cordura)…

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