Resumen: Los géneros de la aventura con los que trabajaba Héctor Oesterheld lo obligaron a ficcionar repetidas veces una distancia cultural. Especialmente el western: género que pone en escena un diálogo entre culturas distantes, o mejor, un encuentro violento entre mundos o universos dispares. En nuestro país, la serie Watami, de Oesterheld y Moliterni, planteó por primera vez el desafío de reconstruir el mundo desde la perspectiva original del indígena americano: se trata así de una ficción que intenta pensar la “diferencia”, y colocarla en su lugar. La pregunta a hacer sería, pues: ¿cuál es la clave de esa diferencia, puesta en narración? La hipótesis que defiendo es que dicha “diferencia” pasa por una dimensión central en la narrativa de aventuras, a saber: una cierta representación de la vida humana. Desde este punto de vista, la revisión benjaminiana de los conceptos de destino y carácter debe ponerse frente al universo estético de Oesterheld, como clave de acceso fundamental.
Ver texto completo: ArtículoAfuera(Berone)
Artículo publicado originalmente en la revista digital Afuera. Estudios de Crítica Cultural (www.revistaafuera.com), año VI, Número 10, de mayo de 2011.